Celia Sánchez-Ramos, es Doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Doctora en Ciencias de la Visión por la Universidad Europea. Además, en 2012 fue investida “Doctora Honoris Causa” por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo por su apoyo a la translación del conocimiento científico a la Sociedad.
Es Fundadora del Laboratorio y Grupo de investigación de Neuro-Computación y Neuro-Robótica de la UCM, y miembro de Sociedades científicas como la Sociedad Española de Óptica y la Sociedad Española de Oftalmología. A nivel internacional, forma parte de diferentes comités en la Sociedad Panamericana de Oftalmología y de las Sociedades Americana y Europea de investigación en Visión (ARVO y EVER). Es Licenciada en Farmacia y Diplomada en Óptica y Optometría.
Inventora de 15 familias patentes relacionadas con la neuroprotección retiniana a través de elementos y dispositivos ópticos, ha recibido más de 20 galardones por su labor investigadora y de translación del conocimiento ente los que destacan el premio a “Mejor Inventora Internacional” por la OMPI (2009), el “Gran Premio a la Mejor Invención Internacional” otorgado por la ONU (2010), y ha sido candidata al premio Príncipe de Asturias (2011) y al premio Jaime I a la Innovación (2012). En la actualidad participa activamente en la tarea de divulgación científica de acciones dentro de los programas de “Educación para la salud visual” por su convencimiento de la necesidad de implicar al individuo en el cuidado de su propia salud.
La ponencia, que trató sobre datos de incorporación a la ciencia y a la innovación de la mujer, basándose en datos de 2013, estuvo organizada a modo de obra de teatro: prólogo, primer y segundo acto, dos entreactos, y finalmente un epílogo, donde se expusieron las conclusiones. En los actos, se trató sobre la situación actual de los proyectos de investigación y la participación de la mujer en ellos: analizando desde los porcentajes de participación por sexos en las concesiones de subvenciones en concurrencia competitiva, hasta realizar repasar las principales mujeres inventoras e investigadoras y beneficiarias de premios Nobeles.
Las conclusiones que expuso Celia Sánchez fueron claras: las mujeres dirigen menos proyectos de carácter científico y ello se debe, en parte, a que presentan menos proyectos a las convocatorias competitivas nacionales e internacionales. Por ello, anima a cambiar esta actitud y a competir más activamente, incluso aunque diversas cuestiones (como las familiares) hagan que con, frecuencia, su incorporación se retrase en el tiempo.